We sat there smoking cigarettes at 5 in the morning.

Ha subido a la azotea del edificio que alberga su hogar desde que nació, la casa de citas encubierta.

El sitio es poco visitado y para su suerte, no hay nadie más que pueda interrumpir su momento de soledad y añoranza. Solía frecuentar la ventaja del espacio abierto para que el olor a cigarrillo no terminara atrapado en su pequeña habitación.

Caminó hasta alcanzar una orilla y pudo apreciar la ciudad que poco a poco iba encendiendo sus luces conforme el sol desaparecía; tomó la cajetilla de cigarrillos guardada en el bolsillo derecho de su pantalón y la golpeó contra su palma de forma brusca unas cuantas veces.

Suspiró desanimado, debía soltarlo.

Puso un cigarrillo entre los dedos de la zurda admirando el color blanco y en la diestra, sostuvo la cajetilla y el encendedor que accionó para llevar la pequeña flama al tabaco.

Aspiró suavemente después de haber encendido, y retuvo el humo mientras miraba al cielo sin estrellas; retiró la colilla de entre sus labios y sonrió como un estúpido….

Tal vez era la sapidez a nicotina, pero pudo degustar sobre su lengua la boca de alguien más.

Draken exhaló con desgano y un deje triste..

Probablemente ese sabor fuerte era el único recuerdo que guardó del imbécil para no aferrarse cuando la probabilidad de un futuro juntos pintaba nula; y ahora se ha dado cuenta que empezó a fumar mientras intentaba quitarle ese mal hábito.

Llenó su boca de humo amargo otra vez y observó cómo el cigarrillo se consumía dejando caer las primeras huellas de ceniza.

Aún se pregunta cómo es que ese idiota obtuvo lo que él creyó, no era capaz de dar a nadie.

── Maldito gato pirómano… ♡

Ryuuguji extrañaba a Keisuke un poco menos con cada día transcurrido, o eso es lo que cree.

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