El disfraz de mi novio I

Octubre, el mes de las fiestas para celebrar Halloween.

Se detuvo a unos pasos de mí como quien no quiere, pero si.

– 606… Tenemos la fiesta de disfraces mañana… Wooot wooot!
– Suena perfecto. Una duda amor ¿Qué no mañana iríamos a cenar a casa de V con los otros?…
– Si… – sus pequeños ojos me evitaron.
– ¿Cómo planeas que vayamos a la otra fiesta? – le puse el dedo índice en la punta de su nariz – mírame, ya nos habíamos comprometido con ellos.
– No te preocupes 606… Esta todo bajo control – susurró – es la misma.

Moví mi cabeza en señal de desacuerdo y apenas me alejaría de él cuando sus manos alcanzaron mi cintura para abrazarme por completo. Él era tan cálido y risueño, yo quería que esa forma tan divertida de ser se volviera natural, que poco a poco se iluminara su rostro sin tener que ocultar su pasado.

– Querido siete cero siete…
– ¿Por qué en español…? – hizo un puchero adorable.
– ¡Shhhh! Es hora de que te vayas a casa, ese bebé que dejaste frente a mi casa no debería andar por la noche…
– ¿Por qué no? Esta equipado con armas de última generación, el defensor de la justicia también trabaja en la oscuridad…
– Es el primer mes que somos novios y has traído un auto diferente por semana… ¿Qué va a pensar mi casera? ¿Los vecinos? ¿Y si me dice que deje este lugar? Me gusta esta pequeña casita…
– ¿Sabes que soy un agente secreto, verdad? Mi segundo nombre es discreción, bebé! – y mostró el músculo de su brazo izquierdo mientras fracasaba guiñando un ojo.
– ¡Pero si llegas gritando desde la entrada que ya está el pedido de papas, tonto!
– Awww… Pon un besito en mi frente como premio, lo menos que puedo recibir por haberte ayudado hoy con este proyecto del sistema de reconocimiento facial… Es decir, hoy tuviste al novio que es un genio ¡Un genio! ¡Qué ofertón!
– Basta, yo también me esfuerzo… Pero te desesperas que no pase tiempo contigo y haces mi trabajo en menos de una hora… Un genio… – respiré profundo – ¡Mi novio es un genio! – grité.
– Ese soy yo, princesa! El inigualable «Seven Zero Seven». Tal vez mañana tengas al novio que hace cosplay de sirenita – y se echó a reír mientras apachurraba mis pechos entre sus manos.

Lo despedí agitando mi mano por la ventana de la sala mientras él aceleraba el motor como un tonto y me sonreía. No tenía mucho tiempo que lo conocía, pero él me resultaba extravagante, un centro de atención, un bote lleno de datos basura que le urgía compartir… El chico gracioso que no es discreto y le gusta ser observado tonteando, y yo, yo suelo detestar a ese tipo de personas, o en su caso alejarme sin ser atraída a las miradas.

¿Qué sucedió? Dicen que si perseveras, alcanzas, y sus constantes bromas estúpidas junto a la sonrisa de niño bobo dieron justo en mi corazón y le hice segunda.

Tonto, eso fue lo primero que pensé cuando lo conocí.

Luciel Choi
«Excéntrico Luciel.»

Capítulo siguiente >> El disfraz de mi novio II

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